Y me fui a Villa Alemana...rompiendo todo protocolo y tradiciones familiares, opté por ir a la casa de mi otra tía...y no me arrepiento para nada...lo pasé genial , fuimos a una misa al aire libre, vimos fuegos artificiales, comimos juntos, conversando, no viendo la tele...recordamos a los que ya no están pero con alegría, reímos mucho, cenamos rico y dormí como hace tiempo no lo hacía, con esa sensación de compañía, de seguridad, en el fondo de sentirme en familia...
Aunque debo reconocer que el 24 ya había empezado genial, empezó con un rico desayuno y unos regalitos lindos, lindos...que espero acompañen cenas en mi nueva vida y ojalá en mi nueva casa.
Después siguió con varias llamadas que decidí hacer y acercarme a muchas personas que creí me habían olvidado...pero no era así...simplemente esperaban que yo me acercara.
Ya no me siento el Grinch...como en otros años. Ahh y mil gracias porque pase lo que pase, aprendí a sentirme mejor en Navidad, aprendí a sonreír de nuevo, a emocionarme pero también aprendí a extraer los lindos recuerdos y saber que solamente depende de mí que sea una gran noche...no importará si estoy lejos de quienes amo o si estoy lejos de ella...lejos de ti... mi corazoncito te siente y te agradece que le ayudaras a cambiar el switch...