lunes, 23 de marzo de 2009

Al final...soy una simple mortal...


Y lo que creí iba a durar y se iba a arreglar se despeñó más fuerte y con más velocidad de la que pude creer...



Nunca creí que exponerme así me iba a llevar a temer por mi cordura...fueron muchos meses sosteniendo situaciones...la verdad ya no me importa protegerme, ni dar la imagen de mujer fuerte...simplemente tuve que tocar fondo, sumergirme en lo más oscuro de mi ser para romperme en pedacitos y rearmarme...no sé cuánto dure el proceso del armado....sólo sé que no te quiero en mi casa, que no quiero estar cerca de uds., que debo alejar todo lo que me recuerde a ti, que debo rlimpiar mi alma y la verdad ya no me importa lo que quieras creer de mí...


Ya no hay odio, no hay más resentimientos...mi trabajo está siendo intenso...debo luchar contra mi ego, mi despecho, mi desapego, mi sensación de sentirme abandonada de nuevo...pero lo haré...podré equilibrarme y estar en paz....no quiero sentimientos negativos en mi espíritu....solamente quiero pensar que esta fue una segunda experiencia fuerte en mi vida de la cual...lo reconozco....salí mal...muy mal.


Conclusiones:si


Si se termina una relación es por algo...


En una relación siempre hay dos lados culpables


Nunca se debe vivir con quien fue tu pareja


Aléjate en paz...lo entenderás a su tiempo


Escucha a tus amigos o míralos a los ojos...ellos no te mentirán


No dañes a quienes se acercan a ti...no lo merecen...(eso es para ti...aunque nunca lo leas...PCA)


Pide ayuda a tiempo...no es malo...eres una mortal...


Confía en que a pesar de los momentos horribles...todo pasará...


Siente que tus ojos oscuros y enojados cambiarán...


2 comentarios:

Dorita dijo...

Patty

Que intenso lo que escribiste, si supieras como me llegó, es casi como describir lo que siento yo también en estos momentos, la diferencia es que el abandono yo lo siento por partida doble, por mi y por la niña, y a estas alturas ya lo asumo como tal, pero cuesta, es duro y demasiado fuerte para asumirlo como verdad... tus conclusiones las he tomado como consejos, se que me servirán para mirar la historia desde otra perspectiva, me siento triste, pensé que había pasado mi dolor, pero al ver que ella no se preocupa ni siquiera de llamar o venir a ver a la que alguna vez llamó "hija", me duele más que el hecho que no me quiera a mi, pero es peor para ella, no se imagina todo lo que pierde con esto.
Te dejo un abrazo gigante y un besote, te mando la buena vibra que me queda y de tu escrito recibo la tuya.

Anónimo dijo...

Todos tenemos una armadura que nos impide abrirnos hacia el mundo exterior, sin embargo no somos netamente responsables de la creación de este acorazado que nos envuelve involuntariamente.A medida que vamos desarrollándonos como seres, vamos relacionándonos con nuestro entorno, y así sufriendo distintas situaciones que requieren que reaccionemos frente a ellas.
A veces estas situaciones no están a nuestro favor y tomamos una actitud poco arbitraria frente a los hechos, esto provoca establecer dos puntos importantes de análisis: la actitud que demostramos hacia los demás, y la visión propia que tenemos de la vida.
Ante correr el riesgo de estar vulnerables al cambio de estos dos factores, optamos por evadir ciertas situaciones reales y crear situaciones artificiales para sentirnos más íntegros y capaces de obtener logros en la sociedad, por lo que tomamos una actitud ascetista frente a la vida.Puede resultar muy fácil vivir de un modo despreocupado, dejando que las cosas sucedan en nuestro exterior, y realizándonos solo por nuestro interior, sin embargo las situaciones desfavorables van acumulándose, la confianza propia y con los demás comienza a verse dañada y es entonces cuando esta armadura comienza a ser inútil a las batallas que nos impone la vida.
Desnudos frente al mundo sin nuestra armadura, debemos asumir que jugar el juego implica arriesgarnos, y es parte de este, la posibilidad tanto de perder como de ganar.
Todos somos capaces de batallar protegidos por una armadura, pero al tiempo esta comienza por oxidarse y volverse nada mas que un peso inútil, es mejor batallar la vida con el rostro descubierto sin ningún peso que cargar.