Pocas veces toco temas sociales, políticos o religiosos, pero esta noche quiero expresar mi sentimiento de pena y mi compañía para esos padres que están perdiendo a su hijo, a Daniel simplemente por el hecho de ser gay... y eso me hace pensar en lo que se vive acá en Chile... muchas veces mis amigos heteros me preguntan o me dicen: "oye, si ustedes tienen derechos y los respetan, nadie los molesta"...quizás no nos persigan, no nos nos indiquen con los dedos pero cualquier pelota que se cree "ario" o "pseudo nazi" nos puede golpear, escupir, y lisa y llanamente matar como le pasó a Daniel, él ya está dejando este mundo y de verdad espero que al mundo donde llegue sea muy feliz y disfrute de su esencia, y sea libre, totalmente libre...
Cuántas veces en las noticias ocultas y menos notorias de los diarios se cuentan casos de travestis, de gays, de lesbianas agredidas. He pasado por calles en las cuales hay de esas animitas...y no son de personas "heteros"...son de seres que por vestirse de otra forma o querer ser lo que natura no les dio...han muerto, pero obvio en este país importa más la famosa farándula, la tipeja que se acuesta con uno y con otro, los jugadores de fútbol tan machos que engañan a sus mujeres cómo quieren y una serie de situaciones que no vale la pena ni escribir...
Entonces la pregunta que me ronda es un ¿hasta cuándo seguir aguantando? Soy lesbiana, asumida, segura de mi vida y he vivido la discriminación, perdí mi primer trabajo en un colegio porque por casualidades de la vida y una que otra colega vieja y aburrida me "delató"... me pregunto si me hubiese pasado eso ahora habría perdido mi trabajo, mi vida así de rápido como me pasó aquel lejano 2000? La verdad no sé la respuesta, porque dudo... en Chile no estamos tan avanzados, tan abiertos de mente como se quiere hacer creer... vivimos en un país de hipocresías increíbles...y los que somos "enfermitos" por nuestra opción sexual lo sabemos...
Agradezco a mis amigas, a mis amigos heteros quienes son una mayoría ya que acepto que soy de una minoría... les agradezco que nunca me han hecho sentir distinta, nunca un comentario malintencionado, nunca una talla pesada y que dañe...al contrario y por ellos es que sigo mantendiendo la fe en que se cambie, en que todos podamos andar tranquilos por la calle, en que se nos respete, en que no seamos el comentario del barrio y en que obviamente nunca más tengamos casos tan injustos como el de Daniel...