Mi amiga...la mejor amiga del mundo...

Este año ha sido el año de la reafirmación de muchas situaciones. Estoy logrando equilibrio económico, he sacado fuerzas de la rabia y creo que eso ha sido bastante constructivo...si al final las emociones son estados de ánimo y bien manejadas pueden ser positivas. Volví a las aulas, hice unas buenas clases, conocí personas valiosas, humildes, sabias que me entregaron la cuota de humildad que necesitaba en mi vida. La licenciatura es cosa aparte, aún no termino de decantar la gama de sensaciones que se vivieron en ese par de horas, así que es tema para otra entrada en mi blog.

Volviendo al tema que provoca la crónica de hoy... así como he escrito y reescrito mi vida, mis pesares, mis alegrías, mis aventuras, mis pasiones temporales, mis grandes fracasos, mis decepciones, mi aventura como domadora de dragones...hoy regalo estas líneas a la amiga que me aguanta en todo momento, a la persona que ha llorado conmigo, a la que le debo la vida ya que por un lejano 1995 ella entró en mi vida en el peor momento y tuvo la fuerza para contener el caudal imparable de dolor que era en ese minuto, a la que me ha cuidado cuando siento que el corazón se me ha hecho pebre, a la que a veces con un poco de miedo, pero siempre confiando en mis capacidades me ha dicho: "Vas a salir de ésta", a la que se ha convertido en el número de emergencia que sin vacilar doy, en la que es mi familia, ya que para qué voy a ocultar las cosas...he crecido en muchos sentidos, pero crecer implica perder y en mi caso he perdido a la familia que la vida me había dado. Tal como me dijo mi Dragona una tarde...tu familia fueron tus papás... y qué razón tiene...ellos fueron mis pilares, mis nexos con el cariño, con la seguridad, ahora ellos no están y no puedo seguir sondeando en la profundidad de corazones que a veces me parecen tan lejanos y tan distintos...

Por eso, estas simples pero sinceras líneas son para ti... Carito, mi amiga y créeme que me faltan palabras para expresar todo el cariño, la admiración, la alegría, el respeto, el orgullo, el sincero amor que siento por ti... y lo que más siento es agradecimiento, gracias por cuidarme, por protegerme del mundo, por entregar las palabras precisas y calmadas cuando soy ese arrebato de emociones, gracias por aguantar mi constante movimiento, mi síndrome de déficit atencional...que a veces te agota, jajajaja. Gracias por tantas pequeñas y grandes cosas que en este momento se me escapan, pero las gracias infinitas son por darme una familia, por invitarme a todas las fiestas, a todas las situaciones y hacerme sentir siempre como..."una amiga, como una hermana".

PS: Te quiero mucho...esas 3 palabras se hacen nada frente a todo el cariño que hay entre nosotras...mi Oswalina ( Jajajaja).