La vida...y la muerte...Hasta más rato, Felipe...

Escribo después de un terrible accidente que ha golpeado a todo Chile. Un avión capotó y hasta el momento se presume que están todos los ocupantes muertos. Duele no solamente porque iban personas muy conocidas, también iban personas como cualquiera de nosotros y lo que en lo personal me ha golpeado han sido dos cosas:¿Qué habrán pensado en el minuto previo a saber que no había salida, que la muerte los esperaba en el mar? y Felipe Camiroaga tenía o tiene, ya que aún no me convenzo de que esté muerto, dos años más que yo... o sea 45 años y se acabó...

No suelo llorar ni emocionarme, pero creo que este fin de semana ha sido para todos sean hombres, mujeres un fin de semana donde sin querer las lágrimas han asomado. Espero que de esto se saque una gran lección, que este país enconoso, odioso, xenofóbico, lleno de flaites, de encapuchados, lleno de abismos sociales, lleno de dobles caras vea esto como una inmensa señal de reflexión, de cambio radical, de volver al espíritu, de volver a valores tan sencillos como el saludar con una sonrisa, a decir te quiero, a abrazar a tus amigos, a tu familia, a dar gracias por un día más de vida y a entender que hay que estar preparados para el abrazo silencioso de la muerte que siempre nos ronda...