Hace tanto que no escribo... He pasado por tantas situaciones y sensaciones que no podía escribir...Tenía la pena atrapada en las manos, en los dedos, en las venas... Aún siento mucha tristeza, muchas lágrimas se me arrancan y caen solas. Soy como una represa que se llena de líquido, se rebalsa y llora..
Extraño mucho a mi tía. Estoy de vacaciones, de hecho hoy es mi primer día libre, después de un arduo año laboral. Hoy sentí esos deseos incontrolables de llamarla y decirle: "Tía, estoy de vacaciones, vamos a tomarnos un café al centro? Y lo que más duele es ese hábito por inercia de levantar el fono, llamar y que te responda una grabación..."Este número no está registrado"... Después de años que una máquina te responda y te lance a la realidad, duele y mucho.
También estuve de cumpleaños... Creí que iba a ser una celebración triste, pero me equivoqué...Mis adoradas jefas me dejaron un desayuno listo, recibí muchos saludos y muchos mensajes a mi facebook que me hicieron llorar y que me hicieron decir..."Estoy haciendo bien las cosas". Di la bienvenida a 47 años... casi medio siglo en este mundo con serenidad, una sonrisa, más madurez, más calma y también, más expresiva. Con todo lo que me ha pasado, ahora expreso todo tipo de sentimientos. Digo "Te quiero" más a menudo, abrazo, hago cariño y demuestro cosas. No sea, que se me acabe la cuerda y no alcance a decirle a mis seres importantes cuánto gravitan en mi vida y cuánto me importan.
El amor es otro tema ya olvidado, a veces me dan ganas de tener una pareja, de sentir esa especialidad de ser de alguien y viceversa, pero la verdad después de mi último fracaso creo que quedé con una maldición y nada me resulta... jajaja. Bueno, al carajo, algunos seres nacimos para estar solos y si ese es mi caso... que así sea.
Sobra decir que trataré de seguir escribiendo, ya que me hace bien botar tanta mugre que se me junta a veces. Escribir me calma, me ordena las ideas y aunque quizás nadie me lea, me hace bien esta conversación imaginaria que mantengo con la tecnología. Hasta a veces me dan ganas de escribir una novela basada en estas crónicas... y también me pregunto: ¿Cuándo muera, alguien me leerá? ¿Seguiré existiendo en el ciberespacio? o mi vida será sin trascendencia?