Bueno... al final nunca nos vimos, nunca nos veremos. Se acabó la ilusión, se acabó el eterno amor. Cuando el interés no es mutuo, nada se puede hacer. Y la verdad nunca entenderé porqué una noche me llamaste susurrando palabras de amor y de deseos reprimidos por años para después sumirte en tus abismales silencios... Al final lo lograste, cansaste a la persona más paciente del universo. Ahora no siento nada por ti, no quiero verte, no quiero recordarte, no quiero ni siquiera cuestionarme esos 10 años de espera en los cuales quizás dejé pasar a buenas mujeres, a buenas elecciones por un tonto sueño.
Lo de ahora es seguir viviendo, seguir esperando a aquella que me acompañe en forma libre y que me haga muy feliz, así como yo a ella. No hay apuro, queda vida por delante. Ahh y el cambio más radical y que implica un tremendo giro de timón es que dejé de ser profe y salté a ser administradora de una linda librería ubicada en Reñaca... cambio en todo sentido, pero me siento bien, me siento valorada, reconocida en todas mis capacidades. Extraño a mis alumnos, a mi gente sencilla con la que comía a esta hora pan batido con mortadela, pero de vez en cuando es bueno un cambio de aires...
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