Todo pasa en abril...

Viajaste, recorriste regiones para estar conmigo un par de horas. Para ser felices, contarnos la vida, cerrar heridas, suturar el pasado... Estás hermosa, atractiva, interesante, serena, madura. Eres la mujer que siempre soñé, pero la vida, el destino, lo que sea...nos separó hace más de 20 años... Ahora eres feliz, tienes a una hermosa mujer al lado y eso está bien... Tal como te dije, lo único que quiero es que seas feliz y sobra decir que dónde yo esté, estarás tú también, porque me bastó un minuto para saber que tú eres el amor de mi vida, tú eres ese pecho sobre el que me gustaría descansar, tú eres esa alegría serena que me anclaría a una vida de pareja...pero como la mayoría de las cosas de mi vida...eres un imposible. 

No hay tristeza, la vida es así... y la alegría no es eterna, son minutos, horas... y yo, una tarde de abril (nuestro mes) fui feliz y con eso puedo seguir caminando y esperando la muerte para ahí reunirme contigo... Hasta siempre mi amor, mi gran amor de la vida... Siempre estarás en mis recuerdos, en mi piel, en mis sueños... Y por respeto a tu forma de ser anónima, no publico la foto que nos sacamos juntas, foto que refleja la alegría que compartimos... Siempre llevaré ese foto en mi billetera...Siempre me acompañarás, mi J amada...

Y lo imposible... es imposible, mierda!

Bueno... al final nunca nos vimos, nunca nos veremos. Se acabó la ilusión, se acabó el eterno amor. Cuando el interés no es mutuo, nada se puede hacer. Y la verdad nunca entenderé porqué una noche me llamaste susurrando palabras de amor y de deseos reprimidos por años para después sumirte en tus abismales silencios... Al final lo lograste, cansaste a la persona más paciente del universo. Ahora no siento nada por ti, no quiero verte, no quiero recordarte, no quiero ni siquiera cuestionarme esos 10 años de espera en los cuales quizás dejé pasar a buenas mujeres, a buenas elecciones por un tonto sueño.

Lo de ahora es seguir viviendo, seguir esperando a aquella que me acompañe en forma libre y que me haga muy feliz, así como yo a ella. No hay apuro, queda vida por delante. Ahh y el cambio más radical y que implica un tremendo giro de timón es que dejé de ser profe y salté a ser administradora de una linda librería ubicada en Reñaca... cambio en todo sentido, pero me siento bien, me siento valorada, reconocida en todas mis capacidades. Extraño a mis alumnos, a mi gente sencilla con la que comía a esta hora pan batido con mortadela, pero de vez en cuando es bueno un cambio de aires...