Ayer en la noche me encontré con mi ciberamiga Pepa, ella ya es una mujer que ha vivido lo suficiente, tiene 63 años, es viuda y cuando murió su pareja, nunca más rehizo su vida. Me gusta conversar con ella porque ella sigue fiel al recuerdo de su amada, claro que no lo hace con pena, o con drama, simplemente la considera viva en espíritu. Ayer conversamos un "cibercigarrillo" y ella bebía su trago on the rocks.
En una de las vueltas de la conversa me preguntó... y después de todo este tiempo sabes al fin qué buscas en una mujer ? Quedé pensando, el tema cambió pero en la noche al acostarme deduje varias cosas:
- Ya no espero a la veterinaria de mis sueños, la mujer soñada no existe, existen las mujeres reales, las que ves en la calle, en la micro, en cualquier lado.
- El físico ya no es tan importante, siento que obvio, debe existir una química, una atracción física, pero ya no pido a la mujer de piel blanca, cabello liso y manos suaves que me mire y me derrita...
- Ya no espero tampoco esa mujer apasionada que responda a mi pasión con la suya y guauu...se arme la llamarada con el roce de nuestras manos.
- Lo que sí espero es esa mujer que me bese con ganas, que sepa sorprenderme y darme un beso inesperado, quiero sentir que no mendigo besos, al contrario quiero sentir que me sobran los besos, que caerán de mis bolsillos y me saltarán encima cuando la recuerde...
- También y sin ninguna vergüenza espero a una mujer decidida, entretenida, que me sorprenda en la cama, que juegue, que sea atrevida, que me busque y que a la vez yo la pueda desear sin ningún drama, que no me salga con "No, no puedo o tengo tantas ganas pero si mi vida no fuera así..." o lo peor y tan habitual en mis últimos años... está conmigo, pero pensando en la otra... (Eso va a merecer otra entrada en mi blog, esa famosa "ausencia en la cama")
Pero lo que más espero de esta mujer real es que tenga defectos y virtudes y deseo de verdad que su mejor don sea el perdón, que tenga capacidad de perdonar, que entienda que simplemente somos dos personas y que cometeremos errores y que me perdone si la daño, pero que su perdón sea de verdad, y a tiempo...no que pasen siglos y quizás algún día me diga: Sabes, te acuerdas de lo que hiciste hace 16 años...bueno, pues te perdono"...
Bueno...eso espero y ahora abriré más los ojos, le sacaré los parches a mi corazón y veré qué me trae la vida...quizás esté más cerca de volver a sonreír de lo que creo...