lunes, 22 de febrero de 2010

¿Qué título puedo ponerle a cómo me siento?


Y cumplí 42 años... fue un día confuso, lleno de emociones opuestas. Me saludaron muchas personas, mi familia y eso me hizo bien. Pero por otro lado, ese día lloré mucho, mucho...se acabó la ilusión amorosa que tenía, lo que me hizo mantenerme por meses en la espera, en el camino.


Ahora que ya pasaron días no me siento mejor ni peor, pero lo cierto es que no me siento bien. Quedamos cercanas, quizás amigas, quizás esperando algo que pueda pasar, pero insisto...uno siente o no...y en este momento no me corresponden. Así de fácil, sencillo y claro...o sea, si durante todos estos meses no entendí el mensaje, significa que soy muy bruta.


Pero ya qué le voy a hacer, ya no estoy ni en pedacitos, ni llorando a mares, ni pensando...creo que ese es el hecho principal, ya ni pienso...solamente vivo el día a día.


Ahora invocaré una vez más en mi vida...fuerza. Fuerza para salir adelante poco a poco. Quizás fuerza para enfrentar los días, que por cierto ahora se han vuelto más fríos y cortos, por un lado mejor así, así me acuesto luego y duermo, duermo eternamente.


Una parte mía seguirá su vida normal, su vida feliz, saliendo, riendo, viviendo, pero la otra ni siquiera tiene ganas de bañarse, ni de limpiar el camino... pero al final...a quién le importa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí me importa, a tu amiga!