miércoles, 26 de agosto de 2015

Soy la calaverita feliz...bueno, a veces.






Y de a poco estoy re-apareciendo... En el minuto que estoy escribiendo estoy recuperándome de una cirugía... Perdí mi útero gracias a un alien, entiéndase mioma que lo tenía todo invadido al pobrecito... Ahora soy una mujer de cuarenta y tantos con una histerectomía a mi haber...
Fue toda una experiencia el operarse ya que sabía que tenía problemas con la anestesia, pero esta vez fue todo un récord... No había quien me despertara y por lo que supe ahora, hasta se estaban asustando... No vi el túnel, ni vi a mis seres amados, pero volví menos triste de la operación. Puedo decir que me ayudó a soltar mi espíritu de tanta carga que lleva. Ahora estoy tomando las cosas más relajada, sin tanto apuro y dándome cuenta de la fragilidad de los estuches que nos contienen.  Al final somos como esas calaveritas mexicanas que tanto me gustan... puros huesos adornados de carnecitas (más o menos) y ropa.
Pero desde que desperté estoy haciendo mi mejor esfuerzo para ser una calaverita que disfrute los momentos felices de la vida, ya que desde noviembre sé que nunca más seré feliz como una lombriz, pero sí me comprometí a tener minutos de inolvidable felicidad.
Eso por ahora...