Han pasado meses y cosas, cosas buenas, ya que al fin el naipe se me arregló en casi todos los sentidos. Estoy feliz, tranquila, con mucho ánimo haciendo las cosas que realmente me gustan.
He madurado mucho, soy una mujer responsable que hasta llega puntual a la hora de apertura de la librería... cosa que antes me costaba mil y es de alguien maduro reconocer sus falencias... jajaja
Me siento bien en general, aunque todavía hay algunas astillas del pasado que a veces se remueven y se me entierran en las costillas recordando así que siguen presentes... pero al final lo que más pido es borrar algunos recuerdos y no recordar a quienes los provocan. Deseo que nuestros caminos estén lo más separados posible, que sean eternamente paralelos y nunca más se junten.
Por otra parte, sigo sola, pero me siento bien así. Con fran todo se fue al agua y creo que es lo mejor. Somos dos mundos aparte que por un minuto pudieron formar un universo, pero quizás por comodidad de ella y pereza emocional mía no se dieron las circunstancias. Ahora conversamos cada dos semanas como lo que somos: conocidas de siglos. Ya no hay coqueteo, ni insinuaciones de otro tipo y francamente es lo mejor que nos pudo pasar, porque no le doy a nadie eso de cortar el celular y quedar con la sangre hirviendo, las manos sudadas y la mente en cualquier parte.
Ahora salgo, me relajo, me divierto y no me complico la vida. Han vuelto algunos personajes a mi vida, pero ya estoy grande y no me harán daño de nuevo, así que ahora me dejo rondar y por qué no... me dejo querer un poco... total, eso no mata, al contrario...