Estoy viviendo algo especial, he aprendido de los mayas, cosas impensadas, difíciles porque de verdad son bastante enredadas pero bastante ciertas.
Sé de análogos, sé de castillos, de tonos, de razas, sé que soy un Dragón Cósmico Rojo, que tengo un kin y mi número es el 13, dentro de varios números que danzan en mi cabeza.
Es otra cultura, otra sabiduría que me ha traído un poco de calma, creo que todo el universo en sus diversas manifestaciones me susurra dos palabras clave: esperanza y paciencia.
Ahh y lo otro fue un impulso, provoqué un impulso y el universo me regaló 3 besos muy ricos porque fueron sinceros, saltaron del corazón y de las ganas de alguien y esa noche me dormí feliz, con una sonrisa que me acompañará por harto tiempo.